
Nadie maneja la técnica de la vida.
Pensamos, o aún más difícil, sentimos.
Cavilamos, palpando la incertidumbre, sin reconocerla
sin verla, tocarla, olerla o meditarla, solo caíste.
Fuera de ella sabremos que tan profundo estábamos
Una vez ahí, queda esperar.
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